Pensemos por un momento en cómo nos comunicamos y los procesos de la comunicación involucrados. Cuando una persona habla, le llamaremos emisor (E) y envía un mensaje, está transmitiendo una «onda de sonido», la cual es regular, rítmica y con una amplitud tal que permite ser recibida y espera entendida por otra persona o personas, los receptores (R).
Parecería muy sencillo, si en todo momento la onda de sonido se transmitiera claramente del emisor al receptor, con un solo sentido y sin «ruido» o «interferencia» o «mensajes en código» que el receptor quiera incluir o que estén incluidos sin que el emisor lo sepa o se dé cuenta.
Los mensajes, así como los idiomas son códigos, por lo que para poder entender un mensaje es preciso, que el código utilizado por el emisor sea reconocido y descifrado por el receptor. Para lograr esto, es necesario que las palabras que se usan sean las adecuadas y que la estructuración de las mismas sea correcta.
¿Qué son los Procesos de la Comunicación?
Entre el emisor y el receptor se establece una relación bilateral en la que uno envía el mensaje y el otro lo recibe, y este a su vez lo traduce, le da un significado y lo retransmite en forma de una respuesta al emisor.
Éste al recibirlo, identifica si fue traducido en forma adecuada, con el sentido apropiado y continúa enviando otros mensajes. De esta manera, se crea un verdadero círculo de comunicación entre ambos.
El mensaje inicial estimula el surgimiento de una respuesta, con base en la repetición de este proceso, cada mensaje que es emitido lleva implícita la presencia del mensaje precedente. Un mensaje estimula la creación de otro y a su vez, aquel estimulará la creación de otro. «La cascada de la comunicación entre emisor y receptor».
Este proceso de intercambio, es el que transforma el proceso solamente informativo en comunicativo, ya que un mensaje que se envía sin esperar respuesta se convierte en mera información, pero cuando estimula al receptor para que emita una respuesta o modifique su actitud ante el tema en cuestión, nos hallamos ante un proceso de comunicación.
No dudes en preguntar cuándo escuchas. Es la única forma en que se puede estar seguro de que se está entendiendo todo correctamente.
Las preguntas son uno de los elementos más importantes en la comunicación. Te ayudan a dirigir una conversación.
Elementos de la comunicación
Los elementos que componen el proceso de la comunicación son:
- Emisor: es quien transmite el mensaje
- Receptor: es el que recibe el mensaje.
- Código: es el conjunto de signos que serán utilizados para crear el mensaje (palabras, gestos, símbolos).
- Mensaje: es la información o conjunto de datos que se transmiten.
- Canal de comunicación: es el medio físico que se utilizará para enviar el mensaje, como carta, teléfono, televisión, internet, el propio aire, etc.
- Ruido: son todas las distorsiones que pueden influir en la recepción del mensaje original, y pueden ser tanto del emisor, como del canal o del receptor.
- Retroalimentación o feedback: en una primera instancia, es la respuesta del receptor hacia el mensaje recibido. Si posteriormente el emisor responde a lo enviado por el receptor, también se considera retroalimentación.
- Contexto: son las circunstancias en las que se desarrolla el proceso de comunicación. Tienen influencia directa en la interpretación del mensaje (espacio físico, marco de referencia cultural del emisor y el receptor, contexto social, etc.)
En este proceso, además del emisor y receptor, participan diferentes elementos:
- El código, que es el lenguaje empleado,
- El canal de comunicación, que es el medio usado,
- El contexto, que son las circunstancias donde se desarrolla la comunicación,
- El ruido o perturbaciones en la recepción del mensaje original, y
- La retroalimentación o feedback, que supone la respuesta hacia el primer mensaje.
La comunicación, además, puede llevarse a cabo de diferentes maneras: verbal, utilizando un lenguaje o idioma, o no verbal, valiéndose de gestos, lenguaje corporal o signos no lingüísticos.
